Zelaya dice que su regreso a Honduras es para solucionar conflicto con golpistas
Zelaya considera necesario acabar con la crisis por la que atraviesa su país, así como con el aislamiento al que lo ha llevado el régimen de facto respecto a la comunidad internacional.
El presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, manifestó este martes que su regreso al país centroamericano, luego del golpe de Estado en su contra el pasado 28 de junio, obedece a la obligación de enfrentar el conflicto que se desarrolla en esa nación producto de la instalación de un gobierno de facto encabezado por el empresario Roberto Micheletti.
En entrevista concedida al canal 11 de la televisión local, que además fue transmitida por teleSUR, Zelaya sostuvo que regresó a Honduras con el objetivo de resolver, cara a cara, el conflicto con quienes perpetraron el golpe de Estado.
"Vine a hacer lo que siempre ha debido ser, el agotamiento de los elementos de intermediación en este proceso, lo que se tiene que resolver cara a cara. Vine a enfrentar el conflicto que tiene el grupo que dio el golpe de Estado, con el fin de resolverlo", sentenció el legítimo jefe de Estado hondureño.
"Mi retorno es prácticamente un asunto de conciencia, obligado y además, con suma responsabilidad pacífica, que es lo que siempre nos ha caracterizado", acotó Zelaya, cuyo regreso a Honduras se supo el día lunes al conocerse su permanencia en la embajada brasileña en Tegucigalpa, la capital hondureña.
El presidente constitucional hondureño consideró que es necesario acabar con el aislamiento que tiene su país respecto a la comunidad internacional, así como con la crisis política, social y económica que se ha derivado de la vulneración de la democracia por parte de los golpistas.
"Honduras no puede seguir en esta situación, aislada de la comunidad internacional, condenada por los organismos internacionales, con una crisis económica, política y social muy profunda. El pueblo sintió ya lo que es el hierro caliente de una forma de represión que no puede continuar", expresó Zelaya.
Además, agradeció al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, así como a su canciller, Celso Amorim, por permitir lo que catalogó como la apertura de puertas para luchar por la democracia en Latinoamérica.
"Quiero agradecerle al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, gobernante de la novena potencia económica del mundo, Brasil, al igual que al canciller Celso Amorim, que nos ha abierto las puertas para luchar por la democracia hondureña, de Latinoamérica", resaltó.
Aseguró que ya ha establecido mecanismos para conversar directamente con sectores empresariales del país que contribuyeron con el golpe de Estado, luego de que los contactos con esas partes se estuvieron haciendo hasta ahora a través de intermediarios.
"Directamente estamos empezando a hacer las aproximaciones de forma directa con estos sectores, ya que siempre ha sido a través de intermediarios, con buenos componedores que se han prestado para este asunto", detalló Zelaya.
Insistió en que siempre ha sido partícipe de una solución pacífica del conflicto, al considerar que la represión y la violencia son métodos que debieron quedar abolidos en Honduras luego de los más de 30 años de democracia que había vivido esa nación centroamericana hasta el 28 de junio pasado.
"Nunca ha debido ser la violencia, nunca la represión ni la muerte. Esos son sistemas que han quedado abolidos, después de más de 30 años de democracia. Por eso regreso a mi país, a decirle que reconstruyamos la democracia, para decirle a los hondureños la democracia es nuestra y nadie nos la debe robar".
Explicó que su regreso a Honduras se produujo luego de 15 o 16 horas de trayecto por diferentes escenarios, "pero aquí estoy vivito y coleando".
Dijo que la notificación de su regreso a Honduras ha provocado reacciones de parte del gobierno de facto de Micheletti, que ha anunciado toque de queda a nivel nacional así como el cierre de aeropuertos.
"Hoy se están dándole algunas noticias que intimidan al pueblo. Primero, un estado de sitio porque viene el presidente que el pueblo eligió para gobernar. Segundo un cierre de los aeropuertos, para que no venga el secretario general de la OEA (José Miguel Insulza) a resolver el conflicto. Es una muestra de que noquieren resolver el conflicto", enfatizó Zelaya.
Recordó que el régimen golpista de Micheletti busca realizar un proceso electoral que es rechazado por la comunidad internacional, a excepción de Panamá, el cual busca imponer por medio de la persecución de las autoridades constitucionales y el destierro del presidente electo por el pueblo.
Dijo haber participado en 12 procesos electorales antes de llegar a la presidencia de Honduras, pero planteó la interrogante sobre las intenciones de un candidato a la presidencia que participe en una elección organizada por el régimen golpista, que quebrantó la institucinalidad democrática en Honduras.
"Tengo 12 campañas electorales presidenciales en Honduras (...) Cuando un gran sector está reprimido por el Gobierno, cuando los ministros están siendo perseguidos con órdenes de captura, cuando el presidente electo está desterrado, así nadie reconoce ese régimen de proceso electoral", subrayó el mandatario legítimo hondureño.
"¿Para qué quiere un candidato ser presidente? ¿Para hacerle daño al pueblo? Queremos elecciones libres, donde todos puedan participar", añadió.
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