MÉXICO, DF, 18 de septiembre (apro).- Al menos dos personas murieron, entre éstas un policía bancario y un civil, y cinco más resultaron lesionadas durante una balacera registrada esta tarde en la estación Balderas Metro.
El procurador capitalino Miguel Ángel Mancera confirmó los hechos y detalló que agentes de la Policía Judicial lograron la detención del presunto agresor, quien fue identificado como Luis Felipe Hernández Castillo, de 38 años.
Mancera dijo que el sujeto se encontraba fuera de la estación realizando pintas con un marcador cuando fue interceptado por uniformados de la Policía Bancaria e Industrial, que tienen a su resguardo las instalaciones del Metro.
Al parecer Hernández Castillo alcanzó a plasmar una leyenda que decía "este gobierno de criminales", cuando desenfundó un revólver .38 especial y disparó a uno de los policías, quien cayó abatido, y posteriormente hizo otros seis disparos. Uno de ellos alcanzó a un civil, que falleció en el acto, y los otros lesionaron levemente a cuatro pasajeros y a uno más de consideración.
Sin embargo, el procurador capitalino también admitió que el agresor justificó su acción con una consigna de tipo religioso, como "esto lo hago en nombre de Dios".
Luego el pistolero se introdujo en los andenes y se refugió en uno de los vagones, donde reabasteció el arma. Entonces los agentes judiciales desplegaron un operativo de evacuación de los andenes y cuatro de ellos enfrentaron al agresor.
Hernández Castillo, presuntamente originario de Jalisco, recibió a los agentes a balazos, sin embargo, éstos lograron desarmarlo para luego trasladarlo a la agencia 50 del Ministerio Público.
Una mujer que presenció el tiroteo, refirió:
"Lo que yo hice fue tirarme al piso, todos comenzaron a gritar, supimos que algo pasaba porque las puertas del vagón se quedaron trabadas y ya no cerraron, escuchamos los disparos y gritamos, cubrimos a los niños que iban con nosotros. Sabíamos que los disparos venían del vagón de hombres que estaba a nuestro lado".
Otro pasajero, de nombre Gabriel Sánchez, confirmó que el agresor no se veía alcoholizado, sólo desorientado, y gritaba que todo lo hacía "en nombre de Dios", y pedía a quienes se encontraban cerca de él se pusieran a rezar.
El procurador Mancera describió a Luis Felipe Hernández como una persona de 1.80 de estatura, con bigote y presuntamente jalisciense; agregó que el agresor estaba totalmente desquiciado y fuera de control antes de sacar el arma, por lo que no descartó que se encontrara bajos los efectos de alguna droga.
Por último, aseguró que se revisarán los videos del Metro para deslindar responsabilidades.