Senadora colombiana acusa a EE.UU. de mentir sobre acuerdo militar
Las declaraciones de Browfield, que asegura que el convenio militar no cambia en nada la ayuda que Estados Unidos le ha suministrado a Colombia en los últimos años, han sido rechazadas por varios sectores políticos colombianos.
La senadora del opositor Partido Liberal de Colombia Cecilia López acusó al embajador de Estados Unidos aquí, William Brownfield, de mentir sobre los términos del acuerdo militar entre su país y la nación norteamericana, que permitirá la instalación de siete bases militares estadounidenses en territorio colombiano.
López, en declaraciones a la prensa el día jueves, cuestionó la tesis de que, según Brownfield, la instalación de esos puestos militares de Estados Unidos en Colombia "no cambia nada" lo que se viene haciendo en la nación suramericana en los últimos años.
"Eso es como para reírse, ¿cómo que es lo mismo? Mire lo que nos está pasando con América Latina, es el colmo que Estados Unidos no reconozca que gracias a este mal manejo de este acuerdo hoy estamos aislados de la región", manifestó la parlamentaria.
En declaraciones recogidas por la cadena colombiana Caracol Radio, el diplomático estadounidense considera que el nuevo pacto militar, que significa la presencia de unos mil 400 soldados y contratistas de su país en Colombia, no modifica en mucho la colaboración que Estados Unidos viene prestando a Bogotá desde hace varios años.
"Probablemente no se va a ver ningún cambio de la colaboración entre los dos gobiernos porque ha sido una participación exitosa durante los últimos 10 años, lo que vamos a ver es una continuación de esa colaboración de lucha contra la droga ilícita", sostuvo Brownfield.
El embajador estadounidense indicó que el acuerdo militar "busca actualizar" los convenios firmados en 1952, 1962 y 1974. "Vamos a ver las mismas misiones, el mismo numero de participantes, el mismo equipamiento, el mismo numero de aviones, básicamente nada va a cambiar", acotó.
Sus declaraciones fueron rechazadas por varios sectores de la oposición, que consideraron que el referido pacto vulnera la soberanía de Colombia, mientras genera una aguda tensión entre Bogotá y sus vecinos.
La presencia de 800 soldados estadounidenses de manera directa y otros 600 bajo condición de contratistas en suelo colombiano, es visto por varios gobiernos como un riesgo a la estabilidad y la paz en el hemisferio.
Varias voces del espectro político nacional, entre ellas los senadores Piedad Córdoba, Gustavo Petro y Gloria Inés Ramírez, así como el Partido Comunista Colombian, han manifestado que este pacto convierte a Colombia de hecho en un país hostil para los vecinos del área.
A su vez, advierten que el uso de las bases por soldados estadounidenses aislará a Colombia de América Latina.
El acuerdo militar motivó una Cumbre Extraordinaria de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que se realizó el pasado viernes en la ciudad argentina de San Carlos de Bariloche, cita en la que los mandatarios y jefes de Estados de la subregión pidieron al presidente colombiano, Álvaro Uribe, garantizar que la instalación de las bases estadounidenses no fuesen una amenaza para los países del sur.
En esa Cumbre, el presidente venezolano, Hugo Chávez, presentó un documento de 48 páginas denominado El libro blanco, que delinea la estrategia global militar de Estados Unidos y en el que se presentan cálculos de distancias en Suramérica, abastecimiento de aviones de combate y bombas atómicas, además de citar ejemplos de operaciones como la Tormenta del Desierto contra Iraq (1991) y el ataque a Libia (1986).
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