La disputa por la onceava petrolera en el mundo


La disputa por el control de Petróleos Mexicanos entre el director general, Reyes Heroles, y el director de Administración, Villarreal Dávila, deja al descubierto el mercado ilícito de energéticos. Crimen organizado, funcionarios de alto nivel y militares participarían en el robo de combustibles, cuyas ganancias superarían los 20 mil millones de pesos en tres años

Dos grupos se disputan el control de la onceava petrolera más importante en el mundo y la principal empresa estatal del país, Petróleos Mexicanos (Pemex). Uno está comandado por su director general, Jesús Reyes Heroles; el otro, por su director corporativo de Administración, Rosendo Villarreal Dávila.

Estar al mando de la paraestatal implica controlar sus activos totales, por 1 billón 320 mil 500 millones de pesos; los bienes más preciados de la nación –hidrocarburos y sus derivados–, y los principales y más onerosos contratos del gobierno federal.

Tan sólo en el primer trimestre de 2009 y en plena crisis económica, Pemex y sus subsidiarias emitieron 29 fallos relevantes por más de 60 mil millones de pesos, que equivalen a 2.5 veces el presupuesto de la Universidad Nacional Autónoma de México en todo 2009.

La pugna –iniciada en diciembre de 2006 cuando Reyes Heroles fue nombrado sucesor de Luis Ramírez Corzo– se recrudeció tras los comicios del pasado 5 de julio. De acuerdo con fuentes consultadas, el director general cuenta con el respaldo del Partido Revolucionario Institucional, mientras que Villarreal Dávila, con el de la Presidencia de la República.



Robo de combustibles

En el contexto de esa disputa por el poder económico y político que representa Pemex, el pasado 29 de julio se realizó el operativo contra el robo de combustibles, que llevó a la Procuraduría General de la República (PGR) y a las secretarías de Seguridad Pública y de la Función Pública a asegurar equipos de cómputo y documentos de la Gerencia de Servicios de Seguridad Física.

Además, desde la Presidencia de la República se habría ordenado al Centro de Investigación y Seguridad Nacional integrar una indagatoria paralela de carácter político. Ésta no sólo se enfocaría en documentar movimientos políticos y financieros de los responsables de la gerencia de seguridad, sino de todos los funcionarios de alto nivel de Pemex, incluidos Reyes Heroles y sus aliados, aseguran fuentes consultadas por Contralínea.

La Gerencia de Servicios de Seguridad Física depende directamente de Villarreal Dávila y, según informaciones de la propia paraestatal, podría estar implicada no sólo en la ordeña de ductos sino en una red de delincuencia organizada y lavado de dinero.

Las ganancias generadas por este negocio paralelo podrían superar los 20 mil millones de pesos en lo que va del gobierno de Felipe Calderón. Información dada a conocer por Pemex tras el singular operativo revela que, “en 2008, el robo de combustibles ascendió a 9 mil 300 millones de pesos”.

El boletín 149/2009 indica que, de esa cifra, “3 mil 500 millones correspondieron a condensados, que se obtienen con la extracción de gas natural no asociado, y 5 mil 800 millones al robo de petrolíferos (gasolinas, diésel y turbosina), mediante tomas ilícitas en la red nacional de ductos”.

Fuentes de primer nivel de la petrolera, consultadas por Contralínea, afirman que desde 2004 se conocen los nombres de altos funcionarios implicados en el mercado ilícito de combustibles. Dicen, además, que el robo de energéticos involucra a militares encargados de custodiar ductos, quienes también han sido identificados, y a miembros de la delincuencia organizada.

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