Colombia va a Bariloche a ''hablar de todos los temas'', no sólo de las bases, dice Canciller


El canciller Bermúdez asegura que la guerrilla colombiana ha establecido una "alianza" con el narcotráfico y se han convertido en el "principal cartel del país", pero mantiene que el grupo insurgente "se ha visto seriamente disminuido". Por una parte, Colombia niega su conflicto interno y por otra justifica el acuerdo militar colombo estadounidense para supuestamente "combatir el narcotráfico".

El canciller colombiano, Jaime Bermúdez, aseguró este domingo que el presidente, Álvaro Uribe, asistirá a la cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) de la semana próxima en Argentina, para debatir "todos los temas" y no sólo el acuerdo militar con Washington, que ha generado preocupación en varios Gobiernos del continente, que consideran que atenta contra la paz y estabilidad de la región.

"Nosotros vamos a la reunión de Bariloche como está previsto (el Presidente Uribe y el canciller) para hablar de todos los temas, no sólo del acuerdo con Estados Unidos (EE.UU.)", dijo Bermúdez, pese a que este evento fue convocado para debatir exclusivamente este acuerdo.

El pasado 14 de agosto, el gobierno de Colombia informó la culminación de las negociaciones para el uso de siete bases militares por parte de tropas estadounidenses en su país, convenio que ha generado gran preocupación en los países de la región.

En cuanto al tema interno, el Canciller en una entrevista que concedió al diario chileno El Mercurio, sostuvo "las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y otras organizaciones terroristas se han visto seriamente disminuidas", en la nación.

Explica que los guerrilleros "antes dominaban de manera importante una parte del territorio", pero remarca que "hoy ya no controlan ni un punto". Sin embargo, el Gobierno colombiano "necesita" la presencia militar de tropas estadounidense en siete de sus bases para "combatir el narcotráfico y al grupo insurgente", según lo han manifestado en reiteradas ocasiones.

"Pero no podemos detenernos, ya que ellos han logrado hacer una alianza con los narcotraficantes y hoy son el principal cartel del país", se contradice el canciller Bermúdez, en referencia al dominio de las FARC en su nación.

Bérmudez insistió en que "este es un acuerdo de cooperación para derrotar el narcotráfico y el terrorismo".

Por otra parte, informó que se tocarán temas bilaterales y regionales, sin especificarlos, en la reunión que sostendrá el lunes en Santiago con la presidenta chilena, Michelle Bachelet.

"Con Chile tenemos una buena relación y compartimos valores fundamentales en cuanto al respeto a la democracia, las libertadores y la transparencia", añadió Bermúdez.

El acuerdo entre Colombia y EE.UU. incluye la presencia de militares estadounidenses en siete bases colombianas y ha sido calificado como un peligro y un factor de desestabilización por los países suramericanos, quienes abordaron el tema en la reunión de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) realizada a principios de mes en Quito, Ecuador, y a la que el Jefe de Estado de Colombia, Álvaro Uribe se negó a asistir.

Uribe ha tratado de justificar a través de los medios de comunicación la presencia de los marines en su país, afirmando que supone una "fase mejorada del Plan Colombia" y que fortalecerá la lucha contra los grupos irregulares, explicación que no ha convencido a sus homólogos regionales, quienes han exigido más transparencia y claridad.

Uno de los países que ha mostrado su preocupación ante el citado Acuerdo de seguridad es Venezuela, que ha alertado sobre "los vientos de guerra que comienzan a soplar en la región" tras la instalación de las bases.

Entre las razones que ha presentado Venezuela para oponerse a la instalación de tropas y equipos militares estadounidenses en bases colombianas, es la violación del espacio aéreo de su nación y las tareas de espionaje que podrían realizarse y que colocarían al país en un estado de vulnerabilidad.

El presidente venezolano, Hugo Chávez, ha enfatizado que Estados Unidos (EE.UU.) será el que tome el mando de las acciones militares en Colombia, y que ni el mismo Uribe podría controlarlas, incluso aquellas que se ejecuten con el mismo Ejército colombiano.

"Se está formando un cuadro severo de amenazas contra Venezuela desde Colombia con la participación del alto gobierno y de los militares", denunció Chávez.

Por su parte, el presidente boliviano, Evo Morales, afirmó que EE.UU. quiere usar bases militares en Colombia contra los "procesos revolucionarios que se gestan en América" y no para combatir a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) o al narcotráfico, como se ha pretendido hacer entender.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, calificó como un peligro y una preocupación para la región la presencia de militares estadounidenses en las bases de Colombia por lo que sugirió tratar este tema en la reunión de ministros de Relaciones Exteriores de la Unasur que se realizó en Quito.

Al respecto, el primer mandatario de Ecuador indicó que su país es uno de los que más sufre las consecuencias de un problema que no es de ellos, compartir frontera con una nación "que se desangra en una guerra civil de hace 50 años , siete años de fumigaciones, bombardeos y 300 mil desplazados".

Según el nuevo convenio militar entre Colombia y EE.UU. dos bases del Ejército Nacional y dos de la Armada, se sumaron a las tres de la Fuerza Aérea en las que ya se sabía que iba a haber operación de militares de Estados Unidos, de esta manera las bases de Cartagena, Larandia (Caquetá), Tolemaida (Cundinarca), Málaga, en el Pacífico son las nuevas que se suman a Apiay (Meta), Palanquero (Cundinamarca) y Malambo (Atlántico).