Grupos de derechos humanos, periodistas e investigadores, a diferencia de la Secretaría de Seguridad mexicana, han podido desenterrar una serie de acontecimientos que permiten vislumbrar un poco lo acontecido durante la masacre de la comunidad de Acteal, ocurrida en diciembre de 1997, contra por zapatistas. Sin embargo, muchas circunstancias aún quedan por aclararse, después de casi 12 años de la tragedia.
Recientes informes de desclasificados de la Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA según sus siglas en inglés) de Estados Unidos (EE.UU.) describen el apoyo del Ejército mexicano suministrado a grupos paramilitares en Chiapas (sur de México), acusados de haber ejecutado la masacre.
Desde que ocurrió la tragedia, que significó la masacre de al menos 45 campesinos en diciembre de 1997, el gobierno mexicano ha ofrecido múltiples versiones acerca de la participación militar en la zona conflictiva de Chiapas alrededor de Acteal.
Los pedidos de información gubernamental hechos a través de InfoMex, tales como el presentado por el Archivo Nacional de Seguridad el año pasado, sólo encontraron silencio.
Datos reveladores de los recientes informes de la DIA, confirman los reportes sobre el apoyo militar a los grupos indígenas armados que llevaron a cabo ataques contra comunidades pro zapatistas de la región de Chiapas, en la comunidad de Acteal.
La información novedosa que contemplan los documentos, contradicen directamente la historia oficial sobre la masacre relatada por el gobierno del entonces presidente, Ernesto Zedillo (1994-2000).
El Gobierno de Zedillo informó que "la Procuraduría de la República ha documentado la existencia de grupos civiles armados en el municipio de Chenalhó, no organizados, articulados, entrenados ni financiados por el Ejército Mexicano ni por otras instancias gubernamentales, sino que su gestación y organización responde a una lógica interna determinada por la confrontación, entre las comunidades y dentro de las comunidades, con las bases de apoyo zapatistas." (pág. 32, énfasis agregado).
Así reza un reporte emitido por el procurador general Jorge Madrazo en 1998, en el denominado Libro Blanco sobre Acteal.
No obstante, un telegrama enviado a la sede de la DIA en Washington el 4 de mayo de 1999, la Oficina del Agregado de Defensa de Estados Unidos en México señala el "apoyo directo" del Ejército a grupos armados en las áreas montañosas de Chiapas, donde tuvieron lugar las matanzas.
El documento describe una red clandestina de "equipos humanos de inteligencia" creados a mediados de 1994 con la aprobación del entonces presidente, Carlos Salinas de Gortari, que trabajaban dentro de las comunidades indígenas para recabar información de inteligencia de los activistas zapatistas.
