El viceministro israelí de Exteriores, Dani Ayalón, acusó a Venezuela de tener una "base de avanzada iraní en el continente"
El Gobierno israelí, por medio de su vicecanciller, aseguró que respalda la política de atacar si dar oportunidad a la otra parte de que se plantee la posibilidad de analizar un contraataque. En su discurso, evidenció una marcada vanagloria por los "logros" que según su administración, se obtuvieron tras la ofensiva "Plomo Fundido".
El viceministro israelí de Exteriores, Danny Ayalon, defendió este domingo la ofensiva "Plomo Fundido" que ejecutó su país contra la Franja de Gaza entre 2008 y 2009, que dejó mil 400 civiles muertos y cinco mil heridos, tras alegar que tales bombardeos "sirvieron" para disuadir los supuestos ataques con cohetes artesanales lanzados por palestinos.
"La operación Plomo Fundido prueba que la disuasión funciona", dijo Ayalon en una visita al hospital Tel Hashomer, a las afueras de Tel Aviv, en la que saludó soldados israelíes, aún heridos tras la incursión militar desarrollada hace un año.
También resaltó mediante un comunicado que la política del actual Gobierno de Benjamín Netanyahu está enfocada en "que por cada ataque terrorista haya un precio y una reacción tan contundente que la otra parte ni siquiera se plantee otro ataque terrorista".
Ayalon destacó la "relativa calma" que viven las localidades vecinas a la Franja de Gaza a un año de la ofensiva.
Reconoció que la política aplicada no ha avanzado en torno a la compra ilegal de armamentos, pues dijo que existe un "continuo contrabando de armas" tanto en la frontera con la Franja de Gaza como en la que comparte con Siria y Líbano.
La ofensiva "Plomo Fundido" se conoce como la peor ejecutada contra palestinos, desde la Guerra de los Seis Días de 1967.
Mientras en el territorio atacado murieron mil 400 personas, por la parte israelí murieron trece, principalmente soldados.
Un comité de la Organización de Naciones Unidas (ONU) acusó el pasado septiembre al Ejército israelí y a la milicia de Hamás de haber cometido crímenes de guerra durante la operación.
Tras conocerse un informe de 575 páginas contentivo de las violaciones a los Derechos Humanos (DDHH), realizado por una misión de la ONU que preside el abogado sudafricano Richard Goldstone, el vicecanciller israelí manifestó que movería a sus aliados del occidente para que el texto no trascendiera.
Posteriormente, la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución en la que solicitó al secretario general, Ban Ki-moon, que transmita al Consejo de Seguridad el informe efectuado por dicho comité, y en ese paso se estancó el proceso.
El Gobierno israelí, por medio de su vicecanciller, aseguró que respalda la política de atacar si dar oportunidad a la otra parte de que se plantee la posibilidad de analizar un contraataque. En su discurso, evidenció una marcada vanagloria por los "logros" que según su administración, se obtuvieron tras la ofensiva "Plomo Fundido".
El viceministro israelí de Exteriores, Danny Ayalon, defendió este domingo la ofensiva "Plomo Fundido" que ejecutó su país contra la Franja de Gaza entre 2008 y 2009, que dejó mil 400 civiles muertos y cinco mil heridos, tras alegar que tales bombardeos "sirvieron" para disuadir los supuestos ataques con cohetes artesanales lanzados por palestinos.
"La operación Plomo Fundido prueba que la disuasión funciona", dijo Ayalon en una visita al hospital Tel Hashomer, a las afueras de Tel Aviv, en la que saludó soldados israelíes, aún heridos tras la incursión militar desarrollada hace un año.
También resaltó mediante un comunicado que la política del actual Gobierno de Benjamín Netanyahu está enfocada en "que por cada ataque terrorista haya un precio y una reacción tan contundente que la otra parte ni siquiera se plantee otro ataque terrorista".
Ayalon destacó la "relativa calma" que viven las localidades vecinas a la Franja de Gaza a un año de la ofensiva.
Reconoció que la política aplicada no ha avanzado en torno a la compra ilegal de armamentos, pues dijo que existe un "continuo contrabando de armas" tanto en la frontera con la Franja de Gaza como en la que comparte con Siria y Líbano.
La ofensiva "Plomo Fundido" se conoce como la peor ejecutada contra palestinos, desde la Guerra de los Seis Días de 1967.
Mientras en el territorio atacado murieron mil 400 personas, por la parte israelí murieron trece, principalmente soldados.
Un comité de la Organización de Naciones Unidas (ONU) acusó el pasado septiembre al Ejército israelí y a la milicia de Hamás de haber cometido crímenes de guerra durante la operación.
Tras conocerse un informe de 575 páginas contentivo de las violaciones a los Derechos Humanos (DDHH), realizado por una misión de la ONU que preside el abogado sudafricano Richard Goldstone, el vicecanciller israelí manifestó que movería a sus aliados del occidente para que el texto no trascendiera.
Posteriormente, la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución en la que solicitó al secretario general, Ban Ki-moon, que transmita al Consejo de Seguridad el informe efectuado por dicho comité, y en ese paso se estancó el proceso.